Mi primera y de momento única entrevista de trabajo fue hará cosa de un mes. Una empresaria quería abrir su nuevo negocio y buscaba principalmente un diseñador gráfico para crear toda la parte visual.
La experiencia fue bastante rara ya que ella tenia dudas y preguntas sobre como hacerlo todo y buscaba respuestas en mi. Por una parte, es normal, ya que la entrevista no era para una agencia donde el entrevistador conoce el mundillo, está formado y tiene más experiencia que tu, sino para un particular que no pertenece a la rama de la publicidad.
Para ir a visitarla me vestí informal pero correcta, vaqueros, zapatos de vestir, camiseta blanca y chaqueta de punto marrón, pelo suelto y sin maquillaje. Además del curriculum, cogí mi portfolio para enseñarle trabajos anteriores y que pudiera decidir si le gustaba mi forma de trabajar. Le gustó mucho y acto seguido empezó a pedirme ideas "¿y qué nombre le pondrías tu?". Así que dejé volar mi imaginación, le hice un par de bocetos allí mismo y le di ideas que me parecían una buena opción para su negocio.
Cuando nos despedimos me pidió que le mandara los bocetos digitales, que le habían gustado mucho y que cuando los viera, se decidiría. Así hice, esa misma tarde se los mandé y al día siguiente me llamó para que empezara a llevar a cabo todas las ideas que habíamos comentado el día anterior.
Ahora mismo, ya tiene abierto su negocio y aunque mi trabajo principal ha finalizado, sigo dándole consejo y haciendo pequeños trabajos de gráfica para ella.
Teniendo en cuenta que conseguí el trabajo, estoy muy contenta con la experiencia ya que he visto que cuidando aspectos sencillos y siendo yo misma me desenvuelvo bastante bien en este tipo de situaciones.
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